Los niños y el proceso de morir ¿Qué respuestas damos los adultos a las inquietudes de los niños frente a la muerte? 

" Integrar la muerte como parte de la vida es esencial para un duelo constructivo"
(Robert Neimeyer)
El paréntesis...
La vida, de repente, te confronta con la realidad de la muerte, a través de una enfermedad grave (en uno mismo o en un familiar) o de la misma muerte.

Es curioso cómo ante tal noticia, el mundo se para...
Tu vida, tus días se meten dentro de un paréntesis donde todo está quieto...
Mientras, fuera del paréntesis, todo sigue su ritmo, todo se sigue moviendo.

Dentro, te sientes sólo, vulnerable, desnudo, a la intemperie. No es que falte gente demostrando su apoyo, su afecto, su calidez... no.. sino que ese dolor intenso que invade tu cuerpo, ese frío, ese intenso vacío, esa intensa emoción está dentro de ti, invade todo tu ser y no se la puedes dar a nadie. La llevas dentro y nadie la puede cargar por ti...
Sólo el tiempo, y el ir transitando esa emoción, día a día, ayudará a que su intensidad vaya siendo menor....

Humanizando el proceso de morir...
Y, esta intensa experiencia me ha hecho ver que:
¡Sabemos tan poco del proceso de morir! 
Nos han enseñado tan poco que no disponemos de recursos que nos ayuden a afrontar esta realidad. Nos cuesta incluso ponerle palabras a todo lo acontece, a ese tsunami interior que nos envuelve.

Antiguamente, y no hace tanto, se moría en casa rodeado de toda la familia y de la gente querida. Adultos y niños, todos reunidos. Todos veían lo que había pasado. El hecho de morir se hacía presente. Todos sentían y compartían el dolor, la tristeza, el desconsuelo, el enfado. La muerte se trataba de una forma cercana y natural.
Cuadro ¡Mira qué bonita era! Julio Romero de Torres

Ahora, en cambio, evitamos hablar de estos temas a los niños, tanto en el ambiente familiar como en el educativo. Nos da miedo. Y procuramos mantener a los niños alejados de todos estos temas. Si se produce una muerte cercana, en muchas ocasiones, tratamos de alejarlos de esta experiencia, de este dolor. Aunque se hace con intención de protegerles, lo cierto es que así no captan los modelos adultos de afrontamiento del dolor y les privamos de la posibilidad de elaborar el duelo acompañado. Sus recursos son tan escasos que la posibilidad de una elaboración adecuada se hace muy difícil. De allí la necesidad de instaurar la pedagogía de la muerte tanto en la familia como en la escuela.

"Poder llorar la muerte de un ser querido adecuadamente y afrontar la pérdida antes de que se produzca, en el momento en que ocurre y sobre todo después, hace que el niño crezca sin sentirse culpable, deprimido, enojado o asustado" 
(Kroen, Cómo ayudar a los niños a  afrontar la pérdida de un ser querido, 2002)

¿Cómo hablar de la muerte a los niños?
Lo mejor es aprovechar las oportunidades que se presentan a diario para hablar y profundizar sobre la muerte y el profundo dolor que ésta causa. Una planta que muere, las estaciones del año y sus consecuencias en la naturaleza, una mascota que muere, un pez que muere, un pájaro que nos encontramos muerto en el suelo, un personaje famoso o un personaje de los dibujos animados.... También aprovechar la festividad de todos los Santos para hablar de este tema y de las diferentes tradiciones y culturas.
El duelo no sólo ocurre tras el fallecimiento de un ser querido, sino que también se pone en marcha ante muchos otros tipo de pérdidas: mudanza (pérdida de amigos), cambio de colegio, inicio de guardería, divorcio de los padres, pérdida de algún objeto valioso... El proceso de vivir se halla siempre marcado por las pérdidas. Nada es permanente. Es importante tomarse en serio las pequeñas pérdidas y aprovechar todas estas situaciones para ahondar en el tema del duelo con nuestros niños.
Recursos:
- La película Coco LINK

- El cuento"Como todo lo que nace" (Elisabeth Brami, ) LINKLas frutas, las flores, las hormigas, las mascotas...Todo lo que un día nace y vive, pasado un tiempo ya no existirá más. 

- El cuento "Estirar la pata o cómo envejecemos" (Babette Cole) LINK. "¿Abuelos, por qué estáis tan calvos y arrugados?" En clave de humor, una pareja de ancianos hace una regresión a su infancia y cuentan las distintas etapas por las que han ido pasando.
- El cuento "Yo siempre te querré"(Hans Wilhelm) LINK. Es la historia de la profunda amistad entre un niño y su perrita Elfi y de la tristeza tras la muerte de ésta;. "Estaba triste, pero me consolaba pensar que cada noche le había dicho: yo siempre te querré".

Es importante empezar preguntando a los niños qué entienden por "morir". Los niños, desde muy pequeños saben de la existencia de la muerte aunque no entiendan bien todavía lo que significa realmente. Tienen mucha curiosidad y preguntan acerca del tema y desean saber. Si les respondemos con eufemismos o desviando el tema, lo que hacen es inventar sus propias teorías. Estas explicaciones que ellos construyen les pueden provocar mucha angustia y confusión ya que proceden de su pensamiento mágico y egocéntrico. No debemos dejar al niño a solas con su mundo de fantasía.

¿Cómo definir la muerte?
La muerte es que el cuerpo deja de funcionar. La persona muerta ya no siente el frío, ni el calor, ni el dolor, no respira, no necesita comer, no piensa ni siente emociones, no le late el corazón, deja de sentir, de ver y oír.
Los niños deben conseguir integrar unos conceptos básicos respecto a la muerte:
  • La muerte como algo UNIVERSAL ¿La muerte es para todos o sólo para algunos? Los niños deben conocer que TODOS los seres vivos mueren, incluidos sus papás y ellos mismos. Es importante que conozcan la verdad pero ésta debe decirse en pequeñas dosis asumibles. Es importante explicar al niño que toda muerte tiene un porqué  y ayuda hacer uso del término "muy": "mamá morirá cuando sea muy muy muy muy mayor o por un accidente o una enfermedad muy muy muy muy grave". El uso de los "muy" reduce su angustia ya que les ayuda a diferenciar entre un accidente o una enfermedad leve (como cualquier catarro que cogen a diario) y uno grave. Situar la causa de la muerte en algo físico evita que los niños puedan sentirse culpables de la muerte, dejándose llevar por sus pensamientos mágicos.
Recursos:
- Una forma de abordar este concepto puede ser planteando la pregunta: ¿Qué ocurriría si los seres humanos no murieran? El cuento " Jack y la Muerte" (Tim Bowley) puede ayudarnos a responder a esta pregunta.
  • La muerte como algo IRREVERSIBLE. ¿Se ha quedado dormido en un sueño muy largo? Películas o cuentos clásicos como "Blancanieves" o "La bella durmiente" equiparan la muerte a un sueño o a un viaje, creando mucha confusión. La muerte es permanente. La persona que fallece no se ha quedado dormido en un sueño muy largo. Es importante ser claros y no usar metáforas. No hay nada mas angustioso que esperar a que alguien vuelva y que esto no suceda. La persona que muere no va a volver más. Es en nuestro mundo emocional, en nuestro corazón, en el mundo de los recuerdos, donde la persona permanecerá viva siempre: "Cuando alguien muere permanece en nuestro recuerdo, ¿qué cosas recuerdas que hacías con .....?"
Recursos:
- Cuento "Te echo de menos (Paul Verrept)". Un cuento que nos ayuda a explicar qué significa echar de menos y la diferencia entre la pérdida por una mudanza (podemos volver a vernos) y la pérdida por fallecimiento (irreversible).
  • La muerte como algo OMNIPRESENTE. ¿Qué cambios realizarías en tu vida si adoptaras la premisa que cada momento puede ser el último? ¿Saber que cada momento es el último nos puede llevar a aprovechar más la vida? Los seres vivos estamos expuestos cada momento a perder la vida con independencia de la situación, contexto o lugar donde estemos. Hay cosas que podemos controlar y otras no y la muerte es una de las cosas que no podemos controlar. Quizás el ser conscientes de su continua presencia puede favorecer el mayor aprovechamiento del momento presente.
"- La muerte te sugiere cómo vivir una vida plena
- ¿Cómo es una vida plena?
- Respóndete tú mismo: imagínate en tu lecho de muerte: ¿qué querrás en ese instante?...
¡Querrás sentir que eres amado y que has amado bien! 
Dos preguntas vendrán ¿soy amado?, ¿he amado bien?
La muerte es maestra y enseña esto, hazle caso desde ahora mismo:
¡CULTIVA EL AMOR!" 
(Frank Ostaseski, "Las cinco Invitaciones")
¿Es la muerte verdaderamente un final? ¿Dónde está el fallecido? 
No hay una única respuesta válida..
  • Puede ser un "No sé. Es algo que todavía no sabemos. Es un misterio que queda por resolver. ¿Tú que crees?"
  • Puede ser "Ha pasado a una forma de vida diferente". Esta forma será diferente según si la creencia es religiosa o espiritual. Ellisabeth Kubler-Ross, que dedicó 20 años al acompañamiento de niños enfermos de cáncer, les explicaba que morir era como "dejar de ser oruga para convertirse en una bella mariposa" (Kubler-Ross, "Los niños y la muerte"). Quien ve la muerte como un tránsito a una forma más evolucionada de vida, la vive con más tranquilidad y paz.
En cualquier caso, de alguna manera siempre seguimos existiendo después de que morimos. ¿Qué quedará de nosotros en el mundo al morir? ¿Cuál es nuestro legado, nuestra aportación, nuestra contribución? 
Parte de nosotros quedará en forma herencia biológica en nuestros descendientes. También, nuestras creaciones, ideas y sobre todo, el amor que dimos, quedará en el corazón de quienes nos conocieron.
Recursos:
- Cuento "La caricia de la mariposa" (Cristian Voltz) "¿Dónde está la abuela?" pregunta el protagonista al abuelo. "Unos piensan que en la tierra. Otros piensan que en el cielo. Pero yo lo tengo claro. La abuela está aquí, conmigo, en mi corazón, en mi recuerdo", responde el abuelo. 


Transitando los peldaños del duelo....
"Explícales que ese pececito nació, vivió a base de comer y respirar, y al final murió. Diles que el pez ha dejado de vivir "del todo" y que ya no volverá, y que está bien que se sientan tristes por su muerte. Explícales que esos sentimientos son naturales, que son peldaños que nos vuelven a conducir al camino de estar contentos, y que la tristeza acabará por desaparecer. Haz hincapié que es mucho mejor hablar de la tristeza y sentirla que guardársela dentro y fingir que no está ahí. La tristeza ayuda a curar la herida, pero si uno se la guarda dentro, la herida tarda más en curarse." 
(Kroen, Cómo ayudar a los niños a  afrontar la pérdida de un ser querido, 2002)

El duelo es un proceso normal y saludable de adaptación que sirve para asimilar una pérdida, redefinir los lazos con la persona que ha fallecido y recuperar las ganas de vivir. El duelo comienza en cuanto se comprende que hay peligro de muerte para alguien, y termina en el momento en que se recuerda a quien murió sin experimentar un intenso dolor. En realidad el duelo dura toda la vida. Al cabo de 2-4 años, el duelo se mitiga y recuperamos la alegría de vivir y la confianza en la vida. No es un proceso lineal de mejoría progresiva, sino que es un proceso dinámico con días (momentos, épocas)  mejores y días (momentos, épocas) peores.

Generalmente los niños tienden a ser alejados del duelo familiar. A menudo, no se les permite acudir a funerales y se les envía a jugar cuando ellos realmente deberían unirse a la familia en sus rituales. A partir de los 6 años, los niños pueden participar en los ritos que se lleven a cabo por la muerte de un familiar (velatorio, entierro, funeral). Participar en estos ritos, debidamente explicados con anterioridad y siempre acompañando al niño, le ayudan a sentirse parte importante de la familia, a dar su último adiós al ser querido, a sentirse acompañado y arropado y también les ayuda a que la muerte pueda ser concretada en un tiempo y en un espacio y a situarse en la realidad de los hechos y no en la fantasía. En ningún caso, se les debe obligar a ir, si ellos lo deciden así, tras ser adecuadamente informados.
"Un niño que va a un velatorio, que visita el cementerio, es un niño al que le ahorrás 10 años de terapia" 
(Carla Calvia, tanatóloga y psicóloga social)
Recursos: 
Visitar algún cementerio o monumento funerario (con el colegio o con la familia), hablar de las esquelas de la prensa.

- Para los más mayores, realizar prácticas de observación en una unidad de cuidados paliativos LINK
- Cuento "El niño de las estrellas" (Patrick Somers). De entre todos los cuentos, si tuviera que elegir uno, sería éste. Describe de forma realista y emotivo, el proceso de morir y todos los rituales que lo siguen. 

Las tareas de duelo: 
El duelo es un proceso activo que implica la realización de un trabajo personal, de unas "tareas de duelo". La expresión "El tiempo lo cura todo" en este caso no es suficiente. Lo que hace el paso del tiempo es poner distancia con el hecho de la muerte en sí, pero lo que "cura" es aquello que hacemos con este tiempo. Entre estas tareas está la integración y expresión de las emociones y la recolocación emocional del fallecido (adaptación a un mundo donde dicha persona ya no está).
  • Debemos ayudar a los niños a que compartan sus emociones y sentimientos. Para ello, necesitan aprender a expresar lo que sienten, y ésto lo hacen a través de la imitación.Van a fijarse en cómo los adultos manifiestan su dolor y su tristeza. El adulto es el espejo en el cual el niño puede mirar y aprender. Cuando los adultos muestran sus sentimientos a los niños, les dotan de herramientas para afrontar su propio dolor. Les podemos decir, por ejemplo (ésto variará según la edad del niño), que estamos tristes porque ese ser querido ha muerto y ya no va a volver y que por eso a veces estamos más serios o lloramos y que el llorar nos hace bien, nos ayuda a desahogarnos y a quedarnos más tranquilos después. El niño necesita sentir que se entienden sus sentimientos, que son normales y que mejorarán con el tiempo. Es bueno que les aseguremos diciéndoles que el sufrimiento tan intenso que sienten ira disminuyendo poco a poco y se irán sintiendo mejor.
Las emociones y los sentimientos que forman parte del duelo son múltiple:
  • La negación, la represión, la evitación
  • El miedo
  • La tristeza
  • La culpa (hacia uno mismo o hacia los demás)
  • El enfado, la ira, la rabia
En caso de que el SILENCIO se instaure en los niños, es importante que los adultos favorezcamos la comunicación, a través de la expresión de nuestras propias emociones, vivencias, experiencias, dificultades.... Además, para los niños, el cuerpo (movimiento, baile, deporte, yoga...), el juego (juego de rol, de personajes, teatro, "jugar a funerales"...), el arte (manualidades, la música, el dibujo, la escritura en un diario, poemas, cartas, recopilar fotos en un álbum),  los cuentos son el medio de expresión natural. Podemos animar a los niños a que dibujen, jueguen o inventen historias, porque éstas serán sus herramientas para tratar de comprender y elaborar sus inquietudes y emociones. Les ayudará a poner PALABRAS a su duelo y a su dolor interno. Por ejemplo, con el dibujo, podemos preguntarle qué está pasando en el dibujo, que nos cuente una historia sobre él, que describa cómo se encuentran cada uno de los personajes que aparecen, evitando las preguntas directas del tipo: "¿Cómo estás tú?", "¿Tienes miedo?", "¿Piensas mucho en...?", ya que pueden aumentar su angustia.
Recursos:
Cuento "El árbol de los recuerdos" (Teckentrup). Zorro está cansado y se acuesta para morir. Sus amigos animales van acercándose a él, como en un homenaje, y comparten sus recuerdos sobre Zorro, que se había portado muy bien con todos ellos.

  • Recolocación emocional del fallecido. La vida sin la persona que murió va a ser diferente y poco a poco, uno se va acostumbrando a esos cambios. No se trata de conseguir olvidar y vivir como antes del fallecimiento. Se trata de un "renacer"; "renacer" como una nueva persona con dentro un "hueco", "un vacío" que vamos rellenando con los recuerdos, con el amor, con la esencia de esa persona que ya no está. Y un "reconstruir" un nueva vida, unas nuevas navidades, un nuevo día a día, sin esa persona querida.
Durante un tiempo, se puede producir, tanto en niños como en adultos, una conducta de búsqueda de la persona fallecida, aun sabiendo que no va a aparecer (nos sobresalta algún rostro parecido, volvemos a los lugares que esa persona frecuentaba, llamarla por teléfono...). También es normal recopilar fotos, ponerse ropa o accesorios del fallecido, pasar tiempo en su habitación, ir al cementerio cada semana.... Las conductas contrarias también podrían ocurrir. Es importante que expliquemos a nuestros niños que todas estas conductas son normales y que nos ayudan a ir lidiando con el intenso dolor. Son formas distintas de afrontamiento de este dolor. Cada uno lo hace como puede. No hay lugar para los juicios.
Recursos:
- Cuento "No es fácil pequeña ardilla" (Elisa Ramón) LINK. El cuento empieza con la muerte de mamá ardilla. Sigue con la negación y el intenso sufrimiento y vacío que siente la pequeña ardilla. Y termina con la el "renacer" de la pequeña ardilla a una nueva forma de vivir en que su mamá ahora se encuentra en sus recuerdos y en su corazón.
- El Libro "Mamá se ha marchado" (Cristoph Hein. El barco de vapor). A partir de 9-10 años. Es la historia de Ula, sus hermanos y su padre, tras el fallecimiento de su madre. De cómo aprenden, poco a poco, a vivir sin su mamá, a vivir de otra manera.

En estos momentos, conocer la historia o hablar con personas que ya han pasado por estas situaciones, puede ser muy enriquecedor y tranquilizador. 
Recursos para los más mayores: 
Documental "Hoy tengo la edad de mi padre" LINK. (Precioso documental en el que entrevistan a adultos que de niños pasaron por la experiencia de duelo por el fallecimiento de su padre o madre).
- Documental "El último viaje. Documental sobre la muerte y el duelo" LINK (Emotivo documental en el que hablan padres que han perdido a sus hijos. Hablan de sus emociones, del intenso vacío que sintieron, de sus experiencias y de cómo están aprendiendo a vivir con ello).
- Grupos de duelo donde poder compartir lágrimas, sonrisas, recuerdos, dudas, angustias (Fundación Aladina, Fundación Mario Losantos del Campo, Modelo Integrativo Relacional...)

La escuela, una amiga en el duelo...
La escuela es un lugar importante donde poder ayudar a los niños en su proceso de duelo ya que provee de estructura en la vida del niño, cuando su principal estructura (su familia) se está viendo tambaleada.
"El niño de las estrellas" (Patrick Somers)
Momento del cuento en el que abordan este tema en clase, con Rosa, la maestra
  • Es importante integrar la muerte y el duelo en el currículo académico. 
  • Es necesario informar a los compañeros de lo que ha sucedido y preparar a la clase para la recepción del alumno. Puede ayudar pedirles que piensen en cómo les gustaría ser tratados por sus compañeros de clase en caso de haber sufrido ellos la pérdida. Pueden escribir entre todos una carta o hacer un mural, o entre todos preparar una ceremonia de recepción donde pueden compartir sentimientos y experiencias de duelo. Se puede hacer una suelta de globos, plantar una flor conmemorativa, escribir una poesía o una canción. Toda esta recepción ayuda al niño a entrar en contacto con sus compañeros y a no sentirse tan diferente (uno de los mayores temores de los niños es la percepción que tienen de ellos sus compañeros, temen lo que van a pensar o a opinar de ellos). En realidad, estas experiencias transforman a ambos, a la persona que sufre y a los compañeros que lo acompañan.
"A Dios nadie le ha visto, pero cuando alguien sufre y otro se acerca para ayudarle, surge una presencia entre los dos que los transforma a ambos" (Martin Buber)
  • Es conveniente prestar más atención los días significativos que el niño pudiera vivir de forma especialmente difícil como son las navidades, el día del padre o de la madre, el día de todos los santos, el cumpleaños o el aniversario de la muerte del ser querido. En estos casos, la actividad realizada en clase puede tener un sentido conmemorativo o servir de recuerdo (siempre que el niño quiera participar de ella).
  • En el colegio se puede crear un pequeño rincón/sala de homenaje que sirva para celebrar los rituales de las diferentes situaciones de duelo que se puedan ir presentando en el colegio. Se puede tener una caja de recuerdos o un libro de recuerdos con fotos o escritos.


Bibliografía
1. Kroen W. Cómo ayudar a los niños a afrontar la pérdida de un ser querido. Manual para adultos. 2002
2. Fundación Mario Losantos del Campo. Hablemos de Duelo. Manual práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes
3. Ana Belén Pardo y Pilar Feijoo Portero. Los niños y la muerte. Atención Integral al desarrollo de la persona
4. Ernesto Colomo Magaña. Pedagogía de la muerte y proceso de duelo. Cuentos como recurso didáctico.
5. Colegio de Médicos de Bizkaia. Guía sobre el duelo en la infancia y la adolescencia. Formación para madres, padres y profesorado. 
6. Kubler-Ross. Los niños y la muerte. 2014
7. E. Benito, J. Barbero, M.Dones. Estpiritualidad en Clínica. Una propuesta de evaluación y de acompañamiento espiritual en Cuidados Paliativos. Monografía SECPAL, nº6, noviembre 2014.



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