Crisis con nuestros niños


He tenido un periodo de vuelta a viejos hábitos en lo que se refiere a crianza. De manera inconsciente, claro...Algo de estrés, de rutina, de prisas, de cansancio.....
Y, mis hijos, me lo han hecho ver claramente. Hemos tenido una época de lucha de poder... a ver quién gana... Por supuesto, terminando en 2 grandes perdedores....
La teoría de lo que hay que hacer está muy clara. No se olvida nada.
Si bien los circuitos neuronales antiguos siguen en mi cerebro y en cuanto me descuido un poco, toman de nuevo el poder.
Y, la verdad es que ahora, sólo puedo dar las gracias a este "periodo de crisis" ya que me ha permitido refrescar nuevas redes neuronales.


¿Qué he aprendido/reforzado en esta fase de crisis?

He profundizado en toda la filosofía de la PARENTALIDAD POSITIVA
El comportamiento del niño es la punta de un iceberg 

Un niño que se porta mal es un niño que se siente mal, es una petición de ayuda, es un mensaje en clave que debemos aprender a descifrar. No SABE pedir ayuda de otra forma; le debemos enseñar:
"¡Ayúdame a recuperar mi conexión, a sentir que pertenezco y que soy valioso!" 

El niño (como cualquier ser humano) tiene una necesidad básica que es la de sentirse tenido en cuenta. El problema es que tiene una idea equivocada sobre como alcanzar ese objetivo y por lo tanto se comporta de una forma con la que logra justo lo contrario. De allí, esta magnífica frase (y tan complicada de llevar acabo)
"¡Quiéreme cuando menos me lo merezca, porque será cuando más lo necesite!"

¿Qué maneras tiene el niño de comportarse para conseguir sentirse valioso?
Hay 4 maneras posibles:
  • Llamando la atención: en estos casos el niño CREE: "sólo me tienen en cuenta cuando soy el centro de atención". Y, por lo tanto actúa para conseguir este objetivo molestando a los demás, quejicoso...
  • Lucha de poder: el niño CREE "solo me tienen en cuenta cuando soy el jefe, cuando demuestro que no pueden obligarme ni detenerme". El niño presenta entonces un comportamiento desafiante, oposicionista
  • Venganza: el niño CREE "Me han hecho daño, así que yo haré lo mismo". Se comporta de forma agresiva hacia los demás y/o hacia él mismo, agresivo, hiriente, vengativo
  • Indefensión aprendida: el niño CREE "soy inferior a los demás, no valgo, no sirvo para nada ¿para qué intentarlo?" . Se comporta con pesimismo, tira la toalla ante la mínima frustración, desesperanzado, no estudia, no se esfuerza.
Y es en esos momentos en los que nosotros, los adultos, debemos ir a rescatar a nuestro hijo, debemos ir a buscarlo allí donde se ha perdido y de dónde no sabe salir sólo. No debemos esperar que sea él el que vuelva solo. No sabrá hacerlo...

Debemos olvidarnos del comportamiento e ir a la causa, a la raíz de ese comportamiento. Sólo así llegaremos a conectar con él y le ayudaremos a re-conectar consigo mismo. Debemos hacernos la pregunta ¿Cuál es la razón real de que se comporte de esta manera? ¿De que se frustre y llore por todo? ¿de que pegue a su hermano? ¿de que me rete? ... ¿Qué se esconde detrás?
Y, la pregunta que nos surge a muchos es: ¿No estaremos recompensando de esta manera un comportamiento inaceptable? ¿No habría que poner límites?
  • Generalmente, en estas situaciones en las que el niño tiene un comportamiento que consideramos inadecuado, le castigamos, le regañamos... Y, esto es normal. Así es como hemos sido educados. Sin embargo, ya se sabe que todos estos parches son sólo parches que, si bien sí pueden resultar eficaces para reconducir la conducta de nuestro niño, van en contra de su empoderamiento y su responsabilidad. Si no ayudamos a nuestro niño a entenderse, a autoconocerse, a entender el por qué de sus conductas y a crear sus propios recursos internos que le permitan resolver aquello que le está sucediendo, siempre repetirá las mismas conductas o unas similares, cada vez que vuelva a verse invadido por sus emociones. ¡No sabrá hacerlo de otra manera! ¡Nadie le ha enseñado a hacerlo de otra forma! 
  • Múltiples estudios han demostrado que demostrar amor a nuestros niños aumenta la liberación de oxitocina en su cerebro, mejora su sistema inmune, favorece la formación y maduración de circuitos neuronales en los lóbulos prefrontales (área cerebral que permite la regulación emocional, la responsabilidad).Cuando un niño (y cualquier adulto) se siente amado, aceptado, no juzgado, se vuelve de forma automática generoso, amable y responsable. 

Responder con AMOR en las situaciones de conflicto requiere mucha ATENCIÓN.
En cuanto sentimos que la lucha de poder se está instalando, debemos hacer STOP y debemos conectar con el amor que sentimos por nuestros niños. Puede ayudarnos visualizar su cerebro todavía a medio formar, con su pequeña parte racional desconectada de su parte emocional por la situación de estrés que está viviendo. La única forma de conseguir que ambas partes cerebrales se reconecten es bañando su cerebro de una hormona, la OXITOCINA. Y esto se consigue con el abrazo, la mirada tierna, la sonrisa, la conexión.... 
El amor es el mejor bálsamo para regular el estrés. 

Y, después, debemos poner nombre a las emociones que está sintiendo:
"me parece que estás sufriendo y por eso actúas así. ¿Quizás tienes celos/envidia de tu hermano?" "¿Te has enfadado porque lo que ha ocurrido te ha parecido injusto?" 
"¿Has sentido miedo al verte sola?" 
"¡Ayúdeme a ayudarte! Me gustaría tanto ayudarte y no sé cómo hacerlo..."

Sólo el hecho de nombrar, de poner nombre a la emoción o al pensamiento que invade su cerebro y su cuerpo en esos momentos de crisis, le ayudará a volver al equilibrio. Pero solos no pueden, porque no saben hacerlo. Es necesario que un adulto les acompañe, les ayude, les enseñe.
Y si no es fácil conectar con él o poner palabras a aquello que le está ocurriendo, podemos traer una hoja o un cuaderno para que dibuje todo aquello que está pasando dentro de él.

Muchas veces, en estos momentos de conexión, el niño se derrumba y empieza a llorar o a gritar o a patalear...
¡¡Fabuloso!! 
Está liberando la energía de la emoción, la está soltando, la está dejando ir. 


La emoción, sea cual sea, es energía que pone nuestro cuerpo y nuestra mente en tensión. Tensión que si no se consigue liberar, queda dentro y se va acumulando...
En esos momentos de DESCARGA no está buscando consuelo, no está buscando consejos, no está buscando palabras.... ¡sólo busca soltar la tensión de la emoción!
Nuestro niño ha encontrado un lugar de seguridad para poder hacerlo con libertad, sin miedo a ser juzgado, sin vergüenza... Y ese lugar de seguridad somos nosotros, el adulto.


¿Cómo explico todo esto a los niños de una forma concreta y con material manipulativo, para así empoderarlos?


Lo explico en el vídeo (LINK)




Comentarios

  1. Hola Inés.
    Que duras son estás lecciones. Cuando te das cuenta que algo no funciona, que hay demasiada tensión y se acumulan los problemas y te preguntas ¿ pero que está  pasando?
    Y por mucha teoría que sepas, ésta no funciona si no se aplica. Y es duriiiisimo a veces tener todo en cuenta, porque como bien dices tenemos nuestras distracciones, tensiones, obligaciones que sin darnos cuenta nos llevan, a veces, a perder el rumbo. Que gran poder es ese STOP. El que tu has echo para ver que pasa, ver ese iceberg y poder retomar la situación.
    Gracias a ti, a tus retos que pongo en practica, y explicaciones hemos podido salir de situaciones parecidas. No quedandonos sólo en la conducta cuando se porta mal, sino en buscar más allá.
    Es maravilloso leerte y ver tus vídeos.
    Gracias por cuidar de nuestros niños por fuera y por dentro.
    Gracias por enseñarnos tanto.
    Un abrazo,
    Inma.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Gracias por estas preciosas palabras, Inma!
      ¡Qué alegría que pueda servir todo esto que comparto!
      Y, enhorabuena a ti por tu perseverancia en este camino que estás recorriendo con tu familia. Un camino que aunque a veces puede ser doloroso, es muy enriquecedor y llena nuestros reservorios y los de nuestros niños de mucho amor y conexión!! Enhorabuena!!
      Un beso fuerte!
      Inés

      Eliminar
  2. Hola Inés. Espero estés bien... se me hace raro tanto tiempo sin saber de ti. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Maria Jose. Gracias por tu mensaje. Gracias por estar ahí, en ese otro lado de este blog.
      Una enfermedad familiar me mantiene en un momento de pausa, de shock, de vulnerabilidad, de mirada interna y de recogimiento.
      Tu mensaje me llena de energía para seguir escribiendo. GRACIAS!
      Un abrazo desde este otro lado del blog ;-)
      Inés

      Eliminar
  3. Hola Inés. Mucha fuerza y ánimo y esperanza que es lo último q debemos perde. Espero todo vaya bien y se solucione. Ahora tu energía debe estar enfocada en tu familiar. Os deseo de corazón q todo vaya bien. Tu nos ayudas mucho sin recibir nada a cambio. Yo sólo puedo enviarte y desearte mucho animo. Un fuerte abrazo de corazón. Sólo decirte q a veces lo que puede parecer imposible milagrosamente se arregla ante todo pronóstico. CUIDATE.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por estas palabras tan cariñosas! Me llegan y me llenan tu abrazo y tus ánimos!
      GRACIAS!!
      Un beso
      Inés

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares