ESCUELA DE EDUCADORES on line, EDUCAR CON CORAZÓN Y CON CEREBRO

Vuestro hijo os enseña todo orgulloso este dibujo. ¿Qué le diríais?


¿Por qué este dibujo en esta escuela de educadores on line? 

Mi objetivo con este dibujo es hablar del LENGUAJE, del lenguaje que utilizamos con los niños. 

Para profundizar en este tema, voy a ayudarme de partes del primer capítulo del libro "Padres liberados, hijos liberados" de Adele Faber y Elaine Mazlish

Todo lo que voy a contar aquí, ya lo sabemos. No voy a contar nada nuevo. Si bien, ¡¡qué importante es leer y escuchar este tipo de temas de forma repetida para que se acabe creando en nuestro cerebro "un caminito automático", y que se convierta en nuestra forma habitual de actuar y de comportarnos!! La repetición es fundamental para ir creando un nuevo patrón de conducta automático con nuestros niños.

Copio los párrafos más significativos:
"¿Qué es diferente en el lenguaje que utilizo con los niños?
El lenguaje que utilizo no evalúa. Evito expresiones que juzguen el carácter o la capacidad de un niño. Huyo de palabras como "estúpido, torpe, malo" e incluso de palabras como "hermoso, bueno, maravilloso" porque no son útiles; se interponen en el camino de un niño. En su lugar utilizo palabras que describen. Describo lo que veo, describo lo que siento. Estoy convencido: las palabras que evalúan son un obstáculo para el niño. Aquellas que describen, lo liberan.
  • Hace poco una niña que estaba en mi sala de juegos me trajo un dibujo y me preguntó: ¿Es bueno?. Lo miré y contesté: "Veo una casa violeta, un sol rojo, un cielo con rayas y muchas flores. Me hace sentir como si estuviera en el campo"...(Este sería el caso de nuestro dibujo)
  • También me gustan las palabras descriptivas porque invitan al niño a buscar sus propias soluciones a los problemas. "Veo pintura por el suelo. Necesitamos algunos trapos" o "Veo que se ha derramado la leche", y luego le daría una bayeta. De este modo, evito la culpa y destaco lo que es necesario destacar: qué hay que hacer. Si, por el contrario, dijera: "Estúpido, Siempre lo tiras todo. Nunca aprenderás, ¿verdad?", podemos estar seguros de que toda la energía del niño se movilizaría para defenderse en lugar de para buscar una solución. Oiríamos: "¡Bobby me empujó la mano!" o "No he sido yo; ha sido el perro"....
  • E incluso cuando estamos enfadados, todavía podemos utilizar el tipo de palabras que no hagan daño o destruyan a las personas que nos importan. Una vez más utilizamos las palabras que describen. No atacamos la personalidad. Por ejemplo, si la habitación desordenada de un niño molesta al padre, el padre debe expresar su sentimiento de enfado de forma útil: "¡Ver esta habitación no me produce placer!" o "Veo algo que me enfada. ¡El sitio de la ropa, los libros y los juguetes está en la estantería!" o "Cuando veo las cosas desperdigadas por el suelo, ¡me pongo furioso! Me entran ganas de abrir la ventana y tirarlo todo". 

¡¡Qué maravilloso hábito el empezar a usar un lenguaje más descriptivo!! 
Un lenguaje libre de juicios, de evaluaciones, de creencias, de interpretaciones, de filtros. Un lenguaje que simplemente describe. Un lenguaje que describe lo que vemos, describe lo que sentimos. 
¡¡Os invito a ponerlo en marcha!! 

Al principio nos pillaremos en muchas en las que en lugar de describir, evaluaremos, y, esto será absolutamente normal. Nuestros antiguos patrones todavía tienen mucha fuerza en nosotros y a la mínima que nos pongamos en piloto automático, saldrán y tomarán el poder.
Lo importante es darnos cuenta, aunque sea a posteri. Y, poco a poco, llegará un día en que la descripción forme parte de nuestro discurso habitual.


¿Cómo entrenar nuestro "músculo del lenguaje descriptivo"?
  • Antes de acostarnos, podemos recordar situaciones en las que hemos usado un tipo de lenguaje u otro (evaluativo vs descriptivo). Y, en las situaciones en las que hemos usado el lenguaje evaluativo, buscar formas descriptivas de decir aquello que queríamos expresar. Es un magnífico ejercicio que permite ver el error, nuestro error, como un maravilloso recurso que sirve para aprender y mejorar.
  • Y ¿por qué no pedir ayuda a nuestros grandes maestros, nuestros niños (hijos y/o alumnos)? Deben avisarnos cada vez que nos salgan nuestros antiguos patrones y ayudarnos a expresar nuestras ideas de manera descriptiva. De esta forma, por imitación, empezarán ellos mismos a utilizar un lenguaje más descriptivo!!
  • El Haiku. El Haiku es un género poético de origen japonés que consiste en un poema breve que se escribe en 3 versos sin rima, de 5-7-5 sílabas respectivamente. Suele hacer referencia a escenas de la naturaleza o de la vida cotidiana. Se caracteriza por su sencillez y brevedad.


¿Por qué un Haiku?
Suele ser descriptivo. No evalúa.
Además al transformar una situación que nos provoca una emoción fuerte en un haiku, la intensidad de la emoción disminuye rápidamente, y, en ocasiones, da paso al humor!
Los niños son grandes genios creando haikus. A su manera y sin seguir las reglas de forma estricta, consiguen ser breves y descriptivos.
Podemos jugar con ellos a transformar aquellas frases evaluativas que hemos usado en algún momento del día en Haikus.
Esta tarde he tenido ocasión de usar este recurso:  
"En el pasillo, papeles
  En el salón, zapatillas
  Y, en mi cabeza, fuegos artificiales" 
jajajaja... ¿Qué os parece? (No sé si a esto se le puede llamar Haiku. En este caso no importa. La idea y la intención es lo importante. Es breve, es descriptivo y los niños lo han entendido fenomenal! Y, hemos acabado riéndonos y creando nuevos haikus!!!)
















Comentarios

  1. Hola Inés una vez más muchas gracias por ayudarnos a ver y analizar las cosas desde otra perspectiva... Q gran diferencia con el lenguaje descriptivo. Lo voy a intentar poner en práctica... nos queda tanto q aprender. Un abrazo

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    Respuestas
    1. ¡¡Muchas gracias a ti por leer el blog y por comentar!!
      Un fuerte abrazo,
      Inés

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