ESCUELA DE PADRES: EDUCAR CON CORAZÓN, UNA VACUNA EMOCIONAL

Día 5: LA PIRÁMIDE DE MASLOW


Maslow, un psicólogo humanista, planteó y plasmó en una pirámide la existencia de una jerarquía de las necesidades humanas de tal forma que deben de estar cubiertas las necesidades de los peldaños inferiores de la pirámide como condición para subir al siguiente peldaño.
Aunque el hecho de que exista o no una jerarquía en las necesidades del ser humano es un tema muy controvertido, lo interesante es que NUESTRAS ACCIONES ESTÁN MOTIVADAS PARA CUBRIR NECESIDADES BÁSICAS HUMANAS. 

Por este motivo es fundamental conocer estas necesidades y en el caso de que nuestros niños tengan alguna conducta disruptiva, preguntarnos QUÉ NECESIDAD NO TIENE CUBIERTA??


La pirámide de Maslow tiene 5 niveles de necesidades:
1. Necesidades fisiológicas: 
Incluyen las necesidades vitales para la supervivencia: respirar, comer, beber, dormir...

2. Necesidades de seguridad: 
- Seguridad física: ambiente de no violencia. Evitar miedos irracionales "si sigues llorando, llamo al policía/ al hombre del saco...., para que te lleve"¡son muy dañinos! No debemos engañar ni mentir NUNCA a nuestros hijos. Deben sentir que pueden CONFIAR en nosotros. La desconfianza crea muchísima inseguridad
- Seguridad de salud: no padecer una enfermedad grave
- Seguridad emocional: ¿Cómo se consigue crear un ambiente emocionalmente seguro?
A través de hábitos y rutinas, a todos nos da seguridad cierta planificación de nuestro día a día. Sin rigideces, con cierta flexibilidad!!
A través de las normas, límites y consecuencias. Un límite es un acto de amor. El conocer las normas de convivencia y las consecuencias, planificadas CON ANTELACIÓN, y PACTADAS da seguridad. Y los pactos SIEMPRE deben cumplirse, por el mismo motivo que con los engaños, ¡nuestros niños necesitar poder confiar en nosotros para sentir seguridad!


3. Necesidades de afecto y pertenencia, de aceptación social:
La necesidad de sentirse querido y aceptado por la familia (y/o otros grupos sociales: colegio, instituto, trabajo...) es básica en todo ser humano.
Pero para sentirse querido y aceptado, no sólo valen las palabras, sino que es necesario que "calen" en el otro, que la transmisión de estas emociones de afecto y de aceptación lleguen al receptor. ¿Y cómo se consigue?
- A través de la comunicación no verbal y del contacto físico: una mirada, una sonrisa, hablarles poniéndonos a su altura, una caricia, un apretón del hombro, un ABRAZO, un guiño de ojo...
- A través de la palabra: ¡LA PALABRA TIENE PODER! Debemos de acostumbrarnos a pensar antes de hablar para así poner consciencia a nuestras palabras.


Es fundamental dirigirnos al niño hablando en términos de CONDUCTA y nunca de IDENTIDAD: en lugar de hablar en términos "es tímido", "es un desordenado", "es vago", hablar describiendo la conducta "cuando te encuentras con gente desconocida te da vergüenza saludar, ¿verdad?", "tu habitación está muy desordenada, mete la ropa en el armario y los libros en la estantería"... De esta forma el niño se siente querido y ACEPTADO tal y como es (a pesar de sus conductas inadecuadas), y de esta forma, no busca cambiar su identidad sino solo su conducta, lo cual es mucho mas sencillo. El niño debe percibir que el amor de sus padres por él es más grande que cualquier conducta inadecuada. "¡Estoy enfadado por esta conducta! Y ¡te quiero!"


- A través de sentir la seguridad de poderse equivocar sin ser castigado, sin ser etiquetado ni rechazado, ni  juzgado. Sentirse en un ambiente en el que el ERROR se convierte en APRENDIZAJE y no en castigo. ¿Quién no se equivoca? Todos nos equivocamos a diario. Y con equivocación me refiero a ese jersey precioso olvidado y probablemente perdido en el comedor del colegio, a ese examen suspendido, a esa tarea realizada con demasiada rapidez y poca atención, a ese plato roto, a ese abrazo demasiado fuerte, incluso doloroso al hermano recién nacido y que nos acaba de destronar..... y más, y más y más.....
 ¿Y qué hacemos, nosotros los adultos, cuando nos equivocamos?
Tenemos 2 opciones: sentirnos MAL y PEOR QUE MAL, aumentando de esta forma el sufrimiento o APRENDER, SER PROACTIVO, ver por qué nos hemos equivocado y sobre todo planificar para que no se vuelva a repetir.
¿Y si se repite, y se repite y se repite? Pues, muy sencillo: APRENDO, APRENDO y APRENDO, total: un aprendizaje al cubo!!!!! ¡Qué maravilla!
4. Necesidades de reconocimiento, de valoración:  
Tiene que ver con el desarrollo de una autoestima sana, el niño se siente seguro de sí mismo y se siente valioso dentro de su familia.
- Para ello es necesario cuidar mucho nuestras expectativas respecto a nuestros hijos. Estas expectativas se le transmiten mediante el lenguaje verbal y no verbal, y expresan tanto lo que anhelamos como lo que rechazamos. Es importante que sean acordes al hijo tal y como es, y no que sean proyecciones de los padres hacia sus hijos. Esto exige un trabajo interior por parte de los padres para llegar a equilibrar sus expectativas con la realidad.
No exigir a nuestros hijos retos a los que nunca podrán llegar ni retos demasiados pequeños. La autoestima se forja a través de la sensación de "sentirte capaz" de hacer cosas por ti mismo, de resolver retos cada vez mayores. ¡Cuidado con los retos a los que les exponemos!
 Insistir en este apartado también en lo importante de fomentar la autonomía de nuestros hijos para ir aumentando así su "sensación de ser capaz" y su autoestima. Nos debemos plantear a diario ¿qué hemos hecho hoy por nuestro hijo que podría haber hecho él sólo? Si lo puede hacer solo, flaco favor le hacemos a su autoestima, haciéndoselo nosotros...
¡Y cuidado con el Efecto Pigmalión! ¿Qué es el efecto pigmalión? Es el fenómeno mediante el cual las expectativas y creencias de los adultos hacia sus hijos tienden a confirmarse con el transcurso del tiempo condicionando el comportamiento del niño. La confianza de los padres hacia sus hijos influye poderosamente en el comportamiento y posterior desarrollo de los chicos, de tal forma, que la falta de confianza en ellos y en su potencial (EFECTO PIGMALIÓN NEGATIVO), puede acabar produciendo frustración y la personalidad del niño y su sentido de valor como persona se verá afectada de forma negativas, mientras que un niño que goza de la confianza de sus padres en sus capacidades (EFECTO PIGMALIÓN POSITIVO) formará unas "alas" que le permitirán alcanzar los objetivos más difíciles. En definitiva, respetar que el niño elija con la máxima libertad posible sus sueños y aspiraciones, acompañándole en su camino con frases del tipo:
¡TÚ SI PUEDES! 
¡SOLO FRACASA AQUEL QUE NO LO INTENTA!

5. Necesidades de autorrealización:
Tiene que ver con la búsqueda de una misión en la vida, del sentido de tu vida, del ¿para qué de nuestra vida? Un claro propósito de vida se relaciona con un mayor bienestar psicológico y una mayor resiliencia (capacidad de sobrellevar y de adaptarnos a los momentos difíciles).
Para conocer nuestros valores y el sentido de nuestra vida puede ayudarnos cerrar los ojos e imaginar nuestro funeral  
¿Qué te gustaría que la gente querida dijera acerca de ti? ¿Cómo te gustaría que te recuerden? o ¿cómo resumirías tu vida en una frase?
Y una vez que ya conoces cuáles son esos valores para ti importantes, hacerte otra pregunta ¿Estás siendo coherente con esos valores? es decir, ¿a qué dedicas la gran parte de tu tiempo?
Nuestro tiempo es finito, y lo único que nos va a dar felicidad es conseguir dedicar la gran parte de nuestro tiempo a cumplir con esos valores. Si quiero que me recuerden como un buen padre/madre, por ejemplo, ¿cuánto tiempo les dedico a mis hijo? ¿y qué calidad de tiempo? Una de las mayores causas de sufrimiento del ser humano es no dedicar tiempo suficiente a sus valores.










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